Los bancos comerciales son instituciones financieras a las que la autoridad monetaria, es decir, el Banco Central, les permite aceptar depósitos que se pueden movilizar por cheques, a la vez que dar créditos a sus clientes.
Funciones de los bancos comerciales
Las funciones de los bancos comerciales son principalmente tres:
- Función mediadora entre los ahorradores y los prestatarios, es decir, entre los agentes con ingresos superiores a su consumo y aquellos que desean tener unos gastos superiores a sus ingresos. De esta forma cumplen la función de facilitar la financiación de la economía, hasta el punto de que una economía monetaria no podría funcionar sin el sistema bancario.
- Función de creación de dinero, en la medida que pueden abrir depósitos a sus clientes o permitir que la disposición por cheques exceda a la cantidad ingresada. Con la expansión de los depósitos a la vista estarían aumentando el dinero bancario del sistema y, por tanto, creando dinero.
- Función de seguridad para los agentes económicos que depositan en los depósitos bancarios sus ingresos en efectivo, para protegerlos de pérdidas y sustracciones.
El balance de los bancos comerciales
En el balance de los bancos comerciales, como en el balance de cualquier empresa, hay que distinguir el activo, o conjunto de bienes y derechos con los que cuenta, el pasivo, en el que se contabilizan las fuentes de financiación y las deudas de la empresa, y el patrimonio neto, que es la diferencia entre el activo y el pasivo y equivale a los recursos propios.
En el activo de los bancos comerciales cabe diferenciar tres grandes grupos de cuentas:
El encaje, formado por el efectivo (dinero legal, monedas y billetes) que guarda en sus cajas, más los depósitos que el propio banco haya abierto en el Banco Central, y de los que puede disponer cuando los necesite. Con el encaje, el banco comercial mantiene la liquidez necesaria para las peticiones de dinero legal de sus clientes. Si en un momento determinado el público mostrara una mayor preferencia por la liquidez, acudiría a su banco a convertir sus depósitos en efectivo, y el banco comercial podría encontrarse en una situación delicada si no tiene el encaje suficiente. Para evitar estas situaciones, la autoridad monetaria obliga a mantener un porcentaje de efectivo sobre el conjunto de depósitos reflejados en los recursos ajenos, que se denomina Coeficiente de Caja o de Liquidez. El encaje, por tanto, da liquidez al banco comercial, pero le priva de rentabilidad, dado que el dinero legal es un activo que no genera rentabilidad.
Los activos rentables buscan obtener intereses que redunden en la cuenta de resultados del banco. La dirección del banco debe combinar estos activos buscando los de mayor rentabilidad, pero sin olvidar que con frecuencia los activos más rentables tienen esa alta rentabilidad porque conllevan un elevado riesgo. Entre los activos rentables debemos distinguir la cartera de valores de los créditos. La cartera de valores comprende aquellos activos financieros emitidos por diversas instituciones en forma de fondos públicos, obligaciones públicas y privadas, y acciones de empresas. Mediante la cartera de valores los bancos comerciales persiguen diversificar su activo con títulos rentables y a la vez de entidades seguras que garanticen la solvencia del banco. Por su parte, los créditos constituyen las operaciones típicas de los bancos comerciales; con ellos permiten a sus clientes realizar gastos que no pueden financiar con sus ingresos actuales, y a cambie reciben intereses y la devolución del préstamo.
Finalmente, los activos reales constituyen las partidas más solventes pero menos rentables del activo de los bancos comerciales, a la vez que son también las tenencias menos líquidas. Los edificios, propiedades inmobiliarias y los equipos e instalaciones conforman esta última partida del activo.
En las cuentas de pasivo de los bancos comerciales hay que diferenciar en primer lugar los recursos ajenos, constituidos por los depósitos a la vista (cuentas corrientes movilizables por cheques), los depósitos de ahorro (cartillas de ahorro que no admiten talonarios de cheques) y los depósitos a plazo que aseguran cierta estabilidad a estas imposiciones. Los recursos ajenos representan los ingresos ahorrados por los prestamistas en última instancia del sistema económico, mediante los cuales se generan las operaciones rentables del activo de los bancos comerciales. Por otro lado, entre los recursos ajenos también aparecen los préstamos que el Banco Central hace a la entidades de depósitos, principalmente para mantener el coeficiente de liquidez y hacer frente a la liquidez que sus clientes necesitan.
Junto a los recursos ajenos, los recursos propios representan las cuentas del patrimonio neto. El capital y las reservas son los fundamentos de la solvencia del banco, puesto que son recursos que el banco no tiene que devolver, al estar formados por los beneficios no distribuidos.
[…] Puesto que las dos grandes clases de dinero son los billetes y los depósitos bancarios a la vista es necesario comprender bien el funcionamiento de las instituciones financieras que pueden crear dinero: el Banco Central y los bancos comerciales. […]